Una de las dudas más frecuentes al momento de elegir una técnica para relevar la usabilidad de una interfaz se refiere a cuándo es recomendable realizar una evaluación heurística en lugar de pruebas con usuarios.
Las pruebas de usabilidad no resultan una técnica adecuada cuando nuestros clientes tienen poco tiempo, poco presupuesto o el acceso a los usuarios finales es difícil o costoso.
En estos casos, una evaluación heurística permite identificar los principales problemas de usabilidad que tiene una interfaz y obtener recomendaciones básicas para resolverlos.
Existen otras dos situaciones donde una evaluación heurística puede ser más apropiada que una prueba de usabilidad. Son aquellos casos donde la interfaz a analizar:
- Tiene evidentes errores de usabilidad, que en el contexto de una evaluación heurística son fácilmente identificables y,
- Es muy simple o tiene muy pocas páginas que resulta difícil identificar un conjunto de tareas críticas para solicitarles a los usuarios que realicen en el contexto de una prueba de usabilidad.
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