Los usuarios no quieren publicidad.

En un avance hacia la Internet sin publicidad, ya están disponibles bloqueadores de pop ups que no solo bloquean este tipo de publicidades, sino también banners, fly-ins y hasta avisos de texto como los utilizados por Ad Sense de Google.

En newsletters anteriores hemos hablado de los Pop ups o ventanas emergentes como uno de los principales errores de usabilidad en el diseño de interfaces Web. Para aquellos que no hayan podido leer nuestros números anteriores referidos a este tema, mencionaremos aquí a modo de síntesis las principales razones de porqué es preferible evitar ventanas emergentes para desplegar contenido dentro de un sitio Web:

• Los usuarios normalmente asocian los pop ups con publicidad no deseada.
• Los pop ups abren nuevas ventanas que se superponen y tapan parcialmente el contenido que el usuario estaba visualizando antes de hacer clic.
• Agregan confusión al escritorio de trabajo del usuario, con más ventanas de las necesarias para navegar una misma página.
• Actualmente la mayoría de los usuarios tiene instalados bloqueadores que impiden que los pop ups se abran.

LA EVOLUCIÓN DE LA RESISTENCIA

Los softwares que permiten bloquear este tipo de ventanas fueron surgiendo como herramientas adicionales que un usuario podía agregar a su instalación estándar del navegador Web. En un principio estaban dirigidos a los usuarios avanzados, quienes utilizaban Internet como una herramienta de trabajo y pasaban muchas horas navegando.

El navegador Firefox fue el primero en incorporar un bloqueador de pop ups como una funcionalidad estándar de su configuración. Pero todavía estábamos hablando de usuarios avanzados, ya que no cubría más del 10% de participación del mercado de navegadores Web y era el preferido por los usuarios expertos.

Con el tiempo el uso de los bloqueadores comenzó a masificarse ya que la existencia de los pop ups era reconocido por los usuarios como un claro fastidio a la hora de navegar, a tal punto que el mismísimo Microsoft decidió incorporarlo como una funcionalidad propia de su nueva versión del Internet Explorer, la versión 7 que fue lanzada a fines del año pasado.

UNA OPCIÓN DE PUBLICIDAD MÁS AMIGABLE

Hasta aquí un breve resumen de lo que fue la evolución de los bloqueadores de pop ups. Lo que interesa destacar es de qué manera las grandes empresas desarrolladoras de software se pusieron en movimiento para solucionar un grave problema en la experiencia de usuario y cómo a medida que el problema se evidenciaba cada vez más, fueron destinando en sus propios programas funcionalidades específicas para mejorarla.

Poco a poco la publicidad fue encontrando nuevas formas de manifestarse, procurando ser más amigable y sin recurrir a los tan odiados pop ups. Un ejemplo concreto de esto son las cajas de texto utilizadas por Google para introducir publicidades en otros sitios Web, como el programa Ad Sense.

Este modelo de publicidad permite que quienes contratan espacios publicitarios en Google, vean publicados sus avisos en otros sitios Web vinculados a la temática de sus productos o servicios.

Actualmente muchos sitios utilizan este tipo de publicidad, incluso sitios importantes como el diario Clarín en Buenos Aires. Para sitios más pequeños, Ad Sense constituye su principal fuente de ingresos ya que cada sitio cobra un porcentaje por la publicación de avisos provenientes de Google.

EN DEFENSA DEL USUARIO

Con la llegada de la nueva versión del sistema operativo Windows Vista y el navegador Internet Explorer 7, muchos softwares debieron ser actualizados porque no son compatibles con estas versiones. Es el caso de algunos bloqueadores de pop ups.

Los bloqueadores de pop ups más nuevos como el SuperAdBloquer no sólo bloquean pop ups, sino también banners, las publicidades que se despliegan en los mensajeros como el Microsoft o Yahoo! Messengers, los Fly-ins (las publicidades translúcidas que se mueven en la pantalla) y también las cajas de texto utilizadas por Ad Sense.

Si bien, como dijimos al principio comentando la evolución de los primeros bloqueadores de pop ups, aún el AdBlock Plus es utilizado sólo por un minúsculo grupo de usuarios avanzados, es de esperar que siga el mismo camino de sus antecesores y en un año comience a ser instalado también en los ordenadores de los usuarios medios.

Algunas de las preguntas que surgen ahora son: ¿Desarrollará Google un bloqueador de avisos publicitarios más sofisticado que bloquee también sus propios avisos de AdSense? ¿Qué sucederá con los modelos de negocio de los sitios Web cuyo principal ingreso proviene del programa AdSense? ¿Podrá esta vez la usabilidad ganar la batalla contra la publicidad no deseada?

Una Internet sin publicidad intrusiva constituye sin dudas uno de los mayores deseos de los usuarios cotidianos de la Web, por lo que los modelos de negocio publicitarios deberán ajustarse. El ritmo y la tendencia de dicho ajuste lo marcarán la masificación de las herramientas, empresas y programas que estén más cerca de las necesidades de los usuarios.