Los desarrollos Web se han convertido en commodities. No existen marcas o tecnologías que impliquen diferencias de valor entre las distintas soluciones que existen en el mercado. Como contrapartida, los usuarios de Internet reclaman mayor calidad.
Las empresas que se dedican al desarrollo de soluciones Web enfrentan el gran problema de la falta de diferenciación. Esto está generando que los desarrollos Web se conviertan en commodities, es decir en productos genéricos, con muy poco valor agregado, producidos a granel y que son utilizados como materia prima para la elaboración de productos o servicios más complejos.
El ejemplo más común de lo que es un commodity lo constituyen los granos: la producción y comercialización de soja, maíz o trigo cumple con todas las características que acabo de citar.
Hacia la commoditización
Entre las causas que están llevando hacia la comoditización de los desarrollos Web podemos citar:
- El aumento de la demanda de este tipo de servicios: la Web era un gran agujero negro para la mayoría de la población mundial hace solamente 10 años. Hoy todo el mundo tiene su propio sitio Web o al menos utiliza Internet diariamente.
- La masificación del conocimiento requerido para desarrollar aplicaciones: hace solamente 20 años eran muy pocos los que poseían el saber necesario para desarrollar un programa de computadora. Hoy son millones de personas alrededor del mundo.
- La estandarización de las tecnologías: actualmente existen dos o tres lenguajes de programación que permiten hacer prácticamente cualquier cosa en la Web. Cualquiera de los tres lenguajes existentes es igualmente poderoso y las diferencias entre ellos son cuestiones meramente de estilo.
Efectos deseados y no deseados
La comoditización en el ámbito de los desarrollos tecnológicos produce algunos efectos deseados y otros no tanto. En primer lugar, el efecto más rápido es una disminución en los precios de las soluciones tecnológicas. Esta baja hace que se genere un desplazamiento hacia zonas de producción donde los costos son menores.
Lo dicho anteriormente queda demostrado por la explosión tecnológica que viven países como India, Rusia o Argentina en el caso Latinoamericano, donde las ventajas del tipo de cambio con respecto al dólar hace que los costos de la mano de obra y los impuestos sean mucho menores que en países desarrollados.
Por otro lado, dentro de los efectos no deseados de la comoditización se encuentra la baja en la calidad de los productos finales. Esto se manifiesta en el hecho de que las zonas geográficas más competitivas en costos, son también aquellas más alejadas de los centros de investigación y desarrollo líderes en el mundo, como lo son hoy Estados Unidos, Alemania o Japón.
La calidad de las soluciones Web que vemos cotidianamente en Internet es aún muy deficitaria. Si bien estamos lejos de aquellas interfaces cuadradas y poco amigables que predominaban hace solamente 5 años, también estamos lejos de soluciones más intuitivas que permitan ahorrar más tiempo y dinero a empresas y usuarios.
El gran desafío pasa hoy, entonces, por desarrollar herramientas Web con valor agregado, que aporten soluciones simples y rápidas a quienes las utilizan cotidianamente. Porque los usuarios de Internet se han vuelto mucho más exigentes en relación a la calidad de los sitios que visitan o las herramientas que eligen.
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